Una vez más, Intel agita las aguas del cada vez más competitivo universo tecnológico. Resulta que el gigante de los procesadores acaba de anunciar el lanzamiento para el próximo año de su nueva familia de semiconductores gráficos para ingresar de lleno en el mercado de las tarjetas gráficas. Con esto, se estaría enfrentando a jugadores de la talla de Nvidia y AMD, su clásico rival en la industria.
El nombre de la apuesta es Larrabee y se trata de una serie de chips para tarjetas gráficas que resultan en un tablero de circuitos diseñado para ayudar a las computadoras a enlazar elementos visuales. En un primer momento, el fabricante introducirá el dispositivo en el mercado gráfico de PCs donde su diseño multicore será especialmente aprovechado.
Según Anwar Ghuloum, un ingeniero de Intel, para mitad de la próxima década la compañía planea adaptar el diseño de Larrabee a un espectro mucho más amplio del mundo informático, desde desktops Windows y Macintosh hasta dispositivos portátiles de mano (handhelds) y supercomputadoras.
Con el correr de los años, Intel intentó renovar sus diseños en procesadores pero no logró que alguno de ellos tuviera el impacto conseguido por la familia x86, presentada originalmente hace 30 años. Las arquitecturas menos gloriosas incluyen el Itanium y los 432: ninguno de ellos fue aceptado en el mercado tradicional de computadoras.
En este sentido, la revancha del gigante vendría a llegar de la mano de Larrabee. “Está en el nivel de los 432 o el Itanium”, aseguró Doug Carmean, arquitecto en jefe de Larrabee. “Tenemos que aprender de esas experiencias”, remarcó el especialista. Para el próximo trimestre, Intel intentará abrir un hueco en el segmento del procesamiento gráfico que durante 2007 movió 7 mil millones de dólares y espera seguir creciendo moderadamente.
De todas maneras, las expectativas del monstruo basado en Redmond son mayores. Sus analistas estiman que si la estrategia es exitosa, la multinacional podría llegar a capturar un tercio del mercado para 2010, un equivalente a ingresos por 4.6 mil millones de dólares
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